Aquello que nos contenía era marrón, profundo e inmenso como los ojos del cielo, y nosotros tan pequeños. Trazábamos líneas a contracorriente, a manera de un cascabel rodando kilómetros durante días enteros con sus noches y con sus almas. De Manaus (capital del Amazonas) a Belém el único camino por tierra son cinco…
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