Camino a casa me abandonan los lugares,
es el límite,
se eleva una montaña.
La ciudad es amordazada,
me conduce un rio,
es intensa la corriente.
Camino a casa el niño escala un cordón para montar la bici,
el carpintero escucha románticos,
un gato se esparce sobre el sillón.
La casa es tan pequeña, tan aventanada,
que subo hasta el Cotopaxi en la tarde,
y me sumerjo entre las nubes por la mañana.